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Artegalia y Radio Malva lamentan que el concurso para la adjudicación de licencias de radio en FM no prevea frecuencias para radios comunitarias en todos los municipios donde existe este tipo de medios sin ánimo de lucro. Escuchemos lo que tienen que decir estos medios comunitarios valencianos.

El hasta hace unos días coordinador de Artegalia, José Ramón Samper, lamenta la “oportunidad perdida” al dejar a la ciudad de Alicante fuera del reparto, ya que el municipio tiene una tradición de años con iniciativas de radios libres y comunitarias.

“Artegalia Radio, por ejemplo, lleva funcionando desde 2005, sin posibilidad de emitir por FM al carecer de la licencia correspondiente y sin ser reconocida como emisora comunitaria por la administración pública autonómica y local”, explica Samper.

“Sin embargo, seguimos trabajando y siendo agentes activos en el tejido social y cultural de la ciudad de Alicante, a pie de calle, para ser altavoz de la vida social alicantina. Vamos a seguir insistiendo, para que la Generalitat Valenciana pueda abrir más licencias de radios comunitarias y que Alicante disponga de alguna de ellas”.

Otros de los medios comunitarios valencianos vinculados a la ReMC es Radio Malva. La emisora muestra su decepción “por la poca sensibilidad de la administración con un proyecto de comunicación de base y no comercial como el nuestro”, señala Carlos Pérez, integrante de Malva. Recuerdo los “amagos de contactos” que hubo el año pasado y lo que parecía la intención de tener en cuenta a las radios comunitarias para que pudieran acceder a una licencia.

“Después de tantos meses de silencio nos encontramos otra vez con un muro imposible de saltar, no sólo por el hecho de que no hayan contemplado reservar ni una sola licencia para radio comunitaria en Valencia, cuando Radio Malva es un proyecto que podría aspirar a ello, sino que aunque hubiera sido así, probablemente los propios requisitos burocráticos, técnicos, económicos de la convocatoria habrían sido imposibles de satisfacer por un colectivo como el nuestro, de base, horizontal y autogestionado”, detalla Pérez.

“Teníamos cierta esperanza de que los requisitos se adaptarían a la realidad de los medios comunitarios, pero no ha sido así. Así que nos reafirmamos en la naturaleza desobediente de nuestro proyecto. Por supuesto, seguiremos ejerciendo el derecho a la información con los recursos a nuestro alcance, aunque no tengamos el amparo de una licencia a la que no nos dejan acceder”.

Por su parte, el colaborador con la ReMC Pablo Catalá explica en un artículo que este concurso podría haber esperado a que el nuevo Consell Audiovisual se constituya dentro de unos pocos meses.