Martín Butera
En esta ocasión, nuestro redactor sudamericano en Brasil, el colega Martin Butera (PT2ZDX – LU9EFO), nos presenta un hermoso paseo en un tren histórico, con el famoso silbido de la máquina de vapor.
Saliendo de la estación Anhumas, ubicada en la ciudad de Campinas (interior de Sao Paulo) rumbo a la estación de Jaguariúna, este viaje en tren atraviesa magníficos paisajes a través de fincas cafetaleras, áreas de conservación, puentes sobre el río Atibaia, el río Jaguari, pasaremos por antiguas estaciones como son: Carlos Gomes, Desembargador Furtado, Tanquinho y Pedro Américo, hasta llegar a la estación Jaguariúna. Muchas de estas estaciones se utilizaron en Brasil, para filmar varias telenovelas y películas famosas.
También Martin junto a su esposa visitan el “Museo Ferrocarril Deusdólar Ferreira Gomes”, que cuenta con una colección diversa de piezas sobre la temática ferroviaria, en especial elementos de comunicación en el Ferrocarril.
Este es un articulo interactivo por favor prepare su celular para apuntar en los diferentes códigos QR, que aparecerán a lo largo de este artículo, para tener una experiencia más interactiva, con imágenes hermosas de este paseo especial.
¡Comencemos!
Locomotora a vapor número 604, una de las más antiguas, que se encuentran en Brasil, fabricada por The Baldwin Locomotive Works en Filadelfia en 1895
Las locomotoras a vapor propulsadas por madera prácticamente ya no existen en todo el mundo.
Aquí en Brasil sólo existen unos pocos trenes turísticos tirados por locomotoras de vapor, todavía funcionan gracias al maravilloso trabajo que realiza una institución llamada ABPF (Asociación Brasileña de Preservación Ferroviaria).
La historia de los ferrocarriles en Brasil es muy rica y está impulsada por varios giros y vueltas. Desde la implementación del primer ferrocarril en el país, este sector ha experimentado numerosos cambios, tanto positivos como de crecimiento y desarrollo, a problemas estructurales que llevaron al abandono.
La historia de los ferrocarriles en Brasil comienza con la construcción del primer ferrocarril, la “Estrada de Ferro de Mauá”, inaugurado en 1854 por el entonces emperador Dom Pedro II.
La obra se construyó en el estado de Rio de Janeiro, hasta entonces capital de Brasil. El Ferrocarril Mauá tenía una longitud de 14,5 km. El objetivo principal de la carretera era abastecer a los puertos de Río con el principal rubro de extracción de la economía en ese momento, el oro. La línea salia de la ciudad de Río de Janeiro y llegaba a Petrópolis, ambas ciudades ubicadas en el estado de Río.
Desde la creación de esta primera línea ferroviaria, la historia de los ferrocarriles en Brasil comenzó a conquistar nuevas áreas.
Después de la construcción del primer ferrocarril en Brasil, los procesos en los sectores ferroviarios se desarrollaron cada vez más. Las inversiones comenzaron a ser incentivadas por el actual gobierno, que incluso buscó capital extranjero para financiar los proyectos. El segundo ferrocarril brasileño, Recife and São Francisco Railway Company, establecido en el estado de Pernambuco, fue un ejemplo de una estructura que se benefició de inversiones de empresarios ingleses.
La estación fue inaugurada e inició sus actividades en el año de 1858, lo que fue un hecho muy notable para la historia de los ferrocarriles en Brasil. La carretera tenía un poco más de 30 km de longitud, más precisamente 31,5 km.
El estado de São Paulo también se benefició de las inversiones extranjeras. El primer ferrocarril del estado, la São Paulo Railway Company (SPR), que unía el puerto de Santos, el principal puerto del país hasta la actualidad, con Jundiaí, tenía una longitud de aproximadamente 159 km y también fue posible gracias a la inversión inglesa en el sector.
Cuando el oro se agotó a principios del siglo XX, el café era el principal producto económico brasileño, y rindió muchos frutos al país. Por esta razón, este es otro período en el que la historia de los ferrocarriles en Brasil ha tomado una nueva forma.
Durante este período, a principios del siglo XX, cuando el café estaba en pleno auge, fue necesario ampliar la red ferroviaria para que este producto llegará a los puertos de exportación. Este período fue uno de los más notables en el desarrollo de la historia de los ferrocarriles en Brasil, ya que el país alcanzó grandes números en la extensión de la red ferroviaria.
La “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”, fue una empresa ferroviaria brasileña creada en 1872 con sede en la ciudad paulista de Campinas . Su construcción se enmarca en la historia de la expansión del cultivo del café hacia el interior del estado de São Paulo.
En la década de 1930 , con la caída de la producción de café y los problemas económicos provocados por la Segunda Guerra Mundial , la empresa del tren Mogiana atravesó dificultades financieras, que repercutieron negativamente en la prestación de sus servicios y pasó a ser controlada por el Gobierno del Estado de São Paulo en 1952,
La línea permaneció en actividad desde mayo de 1875 hasta octubre de 1971 , cuando finalmente fue disuelta.
Finalmente en 1984, retomó su actividad como el primer ferrocarril histórico de la ABPF y de Brasil.
Hoy realizaremos un viaje en el tiempo, tomando la antigua línea del ferrocarril “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”, El tren sale de la estación Anhumas, en Campinas, recorriendo 48 km (ida y vuelta), hasta la ciudad de Jaguariúna, que fue catalogado como patrimonio histórico estatal por el Condephaat (Consejo de Defensa del Patrimonio Histórico, Arqueológico, Artístico y Turístico del Estado de São Paulo).
El recorrido se realiza de ida con una locomotora a vapor número 338. Esta es una de las locomotoras a vapor más importantes conservadas en Brasil, ya sea por su imponente tamaño o por su característica extremadamente rara: hoy en día es la única locomotora de 3 cilindros y ancho de vía métrica que se conserva en el mundo.
Fue fabricada en 1925 por Baldwin Locomotive Works, restarurada por la ABPF en los años 90.
La locomotora a vapor viaja a una velocidad media de 20 km/h, lo que permite disfrutar de un auténtico viaje en el tiempo al siglo XIX, escuchando los dos largos pitidos de la locomotora, el repique de la campana y los primeros movimientos de la antigua locomotora de vapor.
A lo largo del recorrido aparecen hermosas vistas de antiguas fincas cafetaleras. En aproximadamente una hora y 30 minutos se llega a Jaguariúna, donde es posible observar el cambio de relieve es montañoso debido a la proximidad al Circuito das Águas de São Paulo, formado por ciudades como Serra Negra y Amparo.
Mención especial merece la vía elevada de 600 metros de longitud y una altura máxima de 10 metros por la que transita el tren hasta llegar a la estación Jaguariúna, donde nos espera la visita al museo del ferrocarril “Deusdólar Ferreira Gomes”.
Además del museo, en la estación funcionan dos restaurantes y cervecerías, el Museo del Ferrocarril, una feria de artesanía y comida típica brasileña.
La vuelta del paseo la realizaremos en una locomotora diésel-eléctrico de la primera generación, que se encuentra en Brasil, con su famosa pintura paulista en azul, crema y plata.
Martin Butera (PT2ZDX – LU9EFO), junto a su esposa, a punto de subir al tren para comenzar el paseo histórico
Subiremos a unos vagones restaurados, podemos ver el clásico emblema EFS, estos vagones pertenecieron a la Compañía Ferroviaria de Sorocabana
¿Qué es la Asociación Brasileña de Preservación Ferroviaria?
La ABPF (Asociación Brasileña de Preservación Ferroviaria), fue fundada en 1977 por el francés Patrick Henri Ferdinand Dollinger y reúne a interesados en la preservación, rescate, restauración y difusión de la historia de los ferrocarriles brasileños.
Patrick llegó a Brasil en 1966, durante el período de transición de la tracción a vapor a la tracción diésel. Preocupado por el abandono de la historia ferroviaria brasileña, decidió crear una entidad de preservación similar a las existentes en Europa y Estados Unidos.
La primera acción de la ABPF fue iniciar una campaña nacional para impedir el desguace de locomotoras de vapor. Con ello, la entidad obtuvo el apoyo de la Rede Ferroviária Federal S.A., que de un solo golpe entregó a la ABPF 13 locomotoras a vapor desactivadas.
La segunda gran acción fue obtener una extensión desactivada para colocar este material. Después de un relevamiento de tramos desactivados en el Estado de São Paulo, Patrick optó por la antigua línea troncal de la Cia. Mogiana, entre Anhumas (Campinas) y Jaguariúna.
Y en 1979, FEPASA – Ferrovías Paulistas S.A. también ofreció su apoyo, y prestó este tramo de 24 kilómetros de la ciudad de campinas a la estación de Jaguariúna. Allí comenzaron entonces los arduos trabajos de recuperación de la vía, recuperando locomotoras, vagones y estaciones, trabajos que continúan en la actualidad.
Desafortunadamente, Patrick Dollinger no vio su sueño hecho realidad del todo y falleció el 17 de julio de 1986.
Hoy en día, la ABPF es una gran asociación, con aproximadamente 4.000 miembros, con oficinas y centros regionales repartidos por todo el país, que restaura y opera trenes turísticos en varios estados (prefecturas) de todo Brasil.
La época del telégrafo y el ferrocarril: revolución en las telecomunicaciones
Todos ya conocemos la historia de los primeros equipos eléctricos para transmisión telegráfica que fueron inventados por el estadounidense Samuel F. B. Morse en 1836, y al año siguiente por el físico inglés Charles Wheatstone en colaboración con el ingeniero sir William F. Cooke.
A medida que se tendían líneas de comunicación para transmitir mensajes cada vez más lejanos, el telégrafo fue evolucionando. En 1855, el físico y músico británico David Edward Hughes realizó una importante contribución al inventar el telégrafo impresor. Este nuevo aparato permitía transmitir caracteres de escritura habituales en lugar de utilizar un código cifrado, lo que facilitaba la comprensión de los mensajes por parte de todos los lectores.
La demanda de una comunicación más rápida debido a la evolución industrial impulsó aún más mejoras en el telégrafo. Los mensajes que solían tardar días en llegar ahora podían recorrer el entorno en cuestión de horas, revolucionando los medios de comunicación de la época. El telégrafo se convirtió en un sistema de comunicación de noticias a nivel mundial.
Al mismo tiempo que el telégrafo estaba revolucionando las telecomunicaciones, el sistema ferroviario estaba transformando la forma en que las personas se desplazaban.
A mediados del siglo XIX, los ferrocarriles se expandieron rápidamente en todo el mundo, conectando ciudades y regiones de una manera más rápida y eficiente como nunca antes.
Sin lugar a dudas el telégrafo y el ferrocarril, fueron una combinación poderosa.
La implementación del telégrafo y la expansión del sistema ferroviario se complementaron de manera perfecta. El telégrafo permitía a los ferrocarriles comunicarse entre sí y coordinar sus operaciones de manera más eficiente. Esto resultó en una mejora significativa en la seguridad y la puntualidad de los viajes en tren.
Además, el telégrafo facilitó la transmisión de información sobre horarios de trenes, cambios en las rutas y otras actualizaciones importantes para los pasajeros. Esto permitió a las personas planificar sus viajes de manera más efectiva y tener una experiencia de viaje más cómoda.
Museo Ferrocarril Deusdólar Ferreira Gomes
Al llegar a la estación de Jaguariúna, esta es la última parada del antiguo tramo de la Companhia Mogiana de Estradas de Ferro, inaugurada en 1875.
En el transcurso histórico de este ferrocarril, la estación Jaguariúna jugó un papel fundamental en el flujo de la producción agrícola de las ricas tierras de la región, marcando fuertemente la dinámica del conocido ramal.
El edificio actual de la estación fue inaugurado en 1945 y sus características arquitectónicas neocoloniales le dan al edificio una mayor importancia entre las demás estaciones de la línea. Actualmente, es considerada un importante atractivo turístico de la ciudad, ofreciendo visitas al Museo del Ferrocarril “Deusdólar Ferreira Gomes”.
Al llegar a la estación fuimos recibidos por personas vestidas con ropa de época, lo que hace que sin duda uno se sienta en viaje al pasado de Brasil.
Si bien el museo no contiene una extensa o enorme colección, el museo se centra más en la calidad de los objetos y no en la cantidad.
Entre las grandes novedades técnicas que se desarrollaron junto al ferrocarril a lo largo de su historia en Brasil y en todo el mundo, está sin lugar a dudas, la aparición del telégrafo eléctrico, el cual permitiría una rápida transmisión de información y control de los trenes.
La incesante evolución técnica hizo que el teléfono sustituyera progresivamente al telégrafo eléctrico y que posteriormente, los modernos sistemas electrónicos de la actualidad, como son el GSM-R (un sistema de comunicación digital inalámbrico desarrollado específicamente para la comunicación ferroviaria, que provee a los trenes de radiotelefonía y línea de datos) permitieran disponer en la actualidad de información al instante para garantizar la absoluta seguridad en la circulación de los trenes.
Pero conocer cómo se desarrollaron las antiguas técnicas y cuáles eran los aparatos y mecanismos que marcaron la evolución de las comunicaciones en el ferrocarril, es de vital importancia para todos los que gustamos de las telecomunicaciones y este pequeño museo cumple con esta importante misión.
La colección del Museo Ferrocarril Deusdólar Ferreira Gomes, cuenta con una colección diversa de piezas sobre la temática ferroviaria, tales como: herramientas de época, placas de señalización, máquinas que expenden y pican boletos, candados, fechadores, mobiliarios de oficina, fuelles, relojes, teléfonos, zorras, velocípedos y claro los telégrafos y otros cientos de objetos protagonistas del quehacer cotidiano de los Ferrocarriles Brasileños de épocas pasadas.
Se destacan en su colección piezas únicas a nivel internacional, afuera del museo en la misma estación se encuentra una locomotora a vapor nº 236 de CM (Compañía Mogiana de Estradas de Ferro).
Esta locomotora pertenecía a “Estrada de Ferro Oeste de Minas”, construida en Estados Unidos en 1920 por Baldwin Locomotive Works, con el número de serie 54.058.
El museo lleva el nombre de Deusdolar Ferreira Gomes, considerado en Brasil como “Dios del Tren”.
Deusdolar Ferreira Gomes, fue un hombre que Inició su carrera ferroviaria en 1952, con el cargo de “transportista”, siendo ascendido al cargo de Jefe de Tren en la estación de Jaguariúna.
Después de trabajar por más de 30 años, se jubiló como “Jefe de Tren” y hasta el final de su vida ocupó el cargo con honores en el Museo del Ferrocarril Jaguariúna.
La pasión por la profesión y la dedicación lo llevaron a ser reconocido como el “Dios del Tren en Brasil”.
Martin Butera (PT2ZDX – LU9EFO), en la placa de entrada del Museo del Ferrocarril “Deusdólar Ferreira Gomes”
Martin y Ligia son recibidos en el museo, por personas que visten ropa de época
Martin Butera (PT2ZDX – LU9EFO), junto a elementos de comunicación ferroviaria
Una vista completa de elementos de comunicaciones ferroviarias pertenecientes al museo “Deusdólar Ferreira Gomes”
Una vista bien de cerca de un telégrafo impreso, perteneciente al museo “Deusdólar Ferreira Gomes”, gran protagonista de la evolución de las comunicaciones ferroviarias en Brasil y en el mundo
Registradoras de época y máquinas de escribir, junto a otras piezas utilizadas en el viejo ferrocarril de la “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”
Telégrafos y teléfonos utilizadas en el viejo ferrocarril de la “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”
Teléfono utilizado en el viejo ferrocarril de la “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”
En el centro de la sala, se encuentra una hermosa maqueta a escala, que representa el recorrido de la vieja “Companhia Mogiana de Estradas de Ferro”
Ligia, esposa de Martin y fotógrafa de este artículo, junto a más piezas de comunicaciones ferroviarias llamadas comúnmente con el nombre de “bastón eléctrico”
Martin Butera (PT2ZDX – LU9EFO), junto al elemento de comunicación más importante de la época, el famoso “Telégrafo impreso”, inventado por el físico y músico británico David Edward Hughes
Ligia a las afueras del museo, en la propia estación de Jaguariúna, junto a otra pieza del museo, la locomotora a vapor número 236, de la CM (Compañía Mogiana de Estradas de Ferro). Esta locomotora pertenecía a “Estrada de Ferro Oeste de Minas”, construida en Estados Unidos en 1920 por Baldwin Locomotive Works, con el número de serie 54.058
Martin y Ligia, regresa a la estación anhumas, en Campinas Sao Paulo, pero esta vez los vagones serán tirados por esta hermosa locomotora diésel-eléctrico de la primera generación, que se encuentra en Brasil, con su famosa pintura paulista en azul, crema y plata
Vista de un vagón brasilero de la década de los 50
A la izquierda podemos ver la placa de de la compañía alemana L. Schwartzkopf de 1927, perteneciente a la locomotora a vapor 505, a la derecha Ligia en la locomotora a vapor 604, construida por The Baldwin Locomotive Works en Filadelfia en 1895
Dentro de la estación anhumas, en Campinas Sao Paulo, también se encuentra una maqueta a escalas de todas las estaciones y el recorrido que hicimos en este paseo de tren
Diferentes trenes a escala utilizados en la maqueta de la estación anhumas, pertenecientes a ABPF (Asociación Brasileña de Preservación Ferroviaria)
Conclusión final
El legado del telégrafo y el ferrocarril en el siglo XIX es innegable. El telégrafo fue el precursor de las telecomunicaciones modernas, sentando las bases para el desarrollo de sistemas de comunicación más avanzados, como el teléfono y el internet.
La época del telégrafo y el ferrocarril en el siglo XIX fue una época de grandes avances en las telecomunicaciones y el transporte. Estos avances transformaron la forma en que las personas se comunicaban y se desplazaban, abriendo nuevas posibilidades y acortando las distancias. Hoy en día, seguimos disfrutando de los beneficios de estas innovaciones que sentaron las bases para la sociedad moderna.
La República Federativa de Brasil ocupa una superficie total de 8,5 millones de km2 (el 47 % de Sudamérica), cifra que lo sitúa como el quinto país más grande del mundo en extensión.
Dadas las dimensiones de Brasil, contar con una amplia red de infraestructuras de transporte resulta crucial para la cohesión económica y social de un territorio con 212 millones de habitantes. En la actualidad, Brasil cuenta con una red ferroviaria de 28.525 kilómetros, según la Asociación Nacional de Transporte Ferroviario de Brasil, lo que lo
convierte en el octavo país del mundo con la red más extensa.
Sin embargo a diferencia de otros países de dimensiones parecidas como Rusia, Australia, Canadá o Estados Unidos que cuentan con ferrovías por todo el país, en Brasil, se reduce
primordialmente a líneas de metro y de tranvía en las grandes ciudades, habiendo en la actualidad sólo dos líneas de larga distancia, esto se debe a diferentes cuestiones políticas.
El declive y abandono de los trenes en Brasil, comenzó lentamente en la década de 1930, marcada por el primer mandato del Presidente Getúlio Vargas.
El entonces presidente del país comenzó a priorizar fuertemente las inversiones en las líneas viales brasileñas (rutas), convirtiéndose en el principal sector de transporte de carga.
Así, los ferrocarriles quedaron sin una gran inversión, impidiendo su expansión. Este panorama sólo se modificó en la década de 1960, durante el gobierno de Juscelino Kubitschek. Los ferrocarriles alcanzaron su punto máximo en kilometraje durante ese breve período. Después del gobierno de Juscelino,llegó la era de los gobiernos militares y la expansión volvió a caer, incluso en declive. Hasta el final del período de gobierno militar, el escenario no cambió, y muchos ferrocarriles terminaron siendo abandonados y desguazados, mientras que el sector vial se expandió y se volvió muy superior al sector ferroviario.
Por eso podemos ver la vital importancia del trabajo de la ABPF (Asociación Brasileña de Preservación Ferroviaria), para mantener viva la historia de los trenes en Brasil.