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22/02/2023 14:02h
Radio Kolor, la radio libre de Cuenca, nació en Pamplona, en plenos Sanfermines, donde había toda una «radio de tascas» en una taberna, acompañaban la cerveza con un particular hilo musical en forma de radio independiente y se pinchaba al grito de ´calamares´.
Carlos Suárez ´Chino´, Paco Page, Paco Heras, Juan Carlos Rodri y Ángel Suárez se quedaron con la copla y sembraron entonces la semilla de Radio Kolor, que ha mantenido la premisa inicial: «Ni publicidad ni política», doctrina que no ha dejado nunca atrás para seguir presumiendo del apellido ´libre´. La emisora está a punto de cumplir 40 años sin dejar de perder la esencia de asamblearia, comunitaria, alternativa y asociativa, autofinanciada solo con las cuotas por hacer programas y lo recaudado en lotería, fiestas y conciertos.
«Poco a poco conseguimos mover hasta a 100 personas haciendo programas. Era alucinante», asegura Chino desde la misma radio, que pasó por la Casa de la Juventud en la calle Diego Jiménez antes de recalar en su ubicación actual en el barrio de Tiradores Altos. También ha transitado por distintos diales, del 89.0 original al 106.2 actual. Además, gracias a internet ya no tienen que preocuparse de las licencias.
A la par que crecía el interés y la programación, cuando había algo de dinero se invertía en equipos. Los primeros pasos fueron compartidos con Radio Bigarda, con quienes se llevaban bien «en general», aunque «algo de pique sí que había». Mientras, el desarrollo de los programas iba aparejado a semanas culturales de todo tipo, desde el cómic a la música, hasta que su ya tradicional Fiesta de la Primavera empezó a coger forma para apoyar a los grupos locales.
Decenas de grupos, conquenses y de fuera, han tenido siempre hueco en las ondas de Radio Kolor, desde CU-11 hasta Habichuelas Sudacas pasando por Tintorock, Krack o Fuera de Control. Y sus componentes han participado en otras iniciativas culturales de la ciudad, como la Asociación de Amigos del Teatro.
Radio Kolor sirvió igual como salvoconducto para objetores de conciencia, gracias a la figura de Esteban Ibarra, presidente de Onda Verde, «una de las radios libres más grandes». «A través de él, los objetores nos mandaban una fotocopia y listo», rememora Chino, defendiendo que la insumisión no fue la única lucha social que la emisora ha comandado. «Gente del PP nos insinuó que teníamos que controlar la radio, y les contestamos que si querían una, que la compraran y la montaran», afirma.
El activismo social, que iba desde recoger firmas a favor de la libertad de expresión para protestar contra la ley de medios de principios de los 80 a repartir condones, se combinaba con una emisión que tuvo que sobreponerse a un robo que les dejó sin equipos. «Seguimos haciendo radio hasta que en un momento desaparecieron los reproductores y estuvimos cerrados tres años…«, rememora Carlos Suárez, asegurando que llegaron a sospechar de alguien, aunque nunca lo dirán.
Asimismo, menciona otros tiempos en los que había una gran cantidad de radios libres que se desplegaban por todo el territorio, manteniendo contacto habitual y reuniones periódicas cada año. En ellas se daban cita movimientos sociales y activismo político, «desde comunistas hasta ácratas», pasando por anarquistas (…)
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